La kombucha

La kombucha es una bebida fermentada que se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años, en parte, debido a los posibles beneficios para la salud. Se cree que se originó en la región de Manchuria, en China, hace más de 2.000 años.

Pero, ¿qué tiene de especial la kombucha? ¿Qué propiedades y beneficios aporta a nuestro organismo? ¿Qué riesgos o precauciones hay que tener en cuenta al consumirla? En esta publicación te lo contamos todo sobre esta bebida milenaria.

Propiedades de la kombucha

La kombucha es una fuente de probióticos, es decir, microorganismos vivos que pueden mejorar la flora intestinal y el sistema inmunológico. Además, contiene vitaminas del grupo B y C, minerales como el hierro, el manganeso, el potasio, el zinc, el cobre, el calcio y el magnesio, y ácidos orgánicos como el ácido glucónico, el ácido acético, el ácido láctico y el ácido málico.

Estos componentes le confieren a la kombucha diversas propiedades que pueden beneficiar nuestra salud, tales como:

Antioxidante: ayuda a combatir los radicales libres que causan el envejecimiento celular y algunas enfermedades crónicas.

Antiinflamatorio: reduce la inflamación y el dolor en las articulaciones, la piel y las mucosas.

Hidratante: aporta agua, vitaminas y minerales que contribuyen a mantener una buena hidratación corporal.

Antibacteriano: inhibe el crecimiento de bacterias patógenas que pueden causar infecciones o intoxicaciones alimentarias.

Digestivo: favorece la digestión, la absorción de nutrientes y el tránsito intestinal.

Diurético: facilita la eliminación de líquidos y toxinas a través de la orina.

Depurativo: estimula las funciones del hígado y los riñones para limpiar la sangre de sustancias nocivas.

Estimulante: mejora el estado de ánimo, la energía y la concentración.

Beneficios de la kombucha para la salud

El consumo regular de kombucha puede aportarnos los siguientes beneficios para nuestra salud:

• Mejora la salud intestinal: al contener probióticos, puede equilibrar la flora intestinal y prevenir o tratar problemas como el estreñimiento, la diarrea, el síndrome del intestino irritable, las úlceras gástricas o las alergias alimentarias.

• Refuerza el sistema inmunológico: al mejorar la salud intestinal también fortalece nuestras defensas naturales contra las infecciones, los virus y las bacterias. Además, al ser rica en antioxidantes, puede prevenir o reducir los síntomas de enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide o el lupus.

• Protege el corazón: al contener ácidos orgánicos y polifenoles puede regular los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre, lo que previene o mejora las enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial, la arteriosclerosis o los infartos.

• Previene o controla la diabetes: al contener ácido glucónico y otros compuestos que pueden inhibir las enzimas que descomponen los carbohidratos, puede ayudar a mantener estables los niveles de glucosa en la sangre, lo que previene o mejora la diabetes tipo 2.

• Combate el estrés y la depresión: al contener vitaminas del grupo B y otros nutrientes que intervienen en la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, puede mejorar nuestro estado anímico, reducir el estrés y prevenir o tratar la depresión.

• Mejora la salud ósea: al contener minerales como el calcio, el magnesio y el manganeso, puede favorecer la formación y el mantenimiento de los huesos, previniendo o tratando la osteoporosis y las fracturas.

• Mejora la salud de la piel: al contener antioxidantes, ácidos orgánicos y probióticos, puede mejorar la apariencia y la salud de la piel, previniendo o tratando problemas como el acné, las arrugas, las manchas, las infecciones o las quemaduras.

Riesgos y precauciones al consumir kombucha

A pesar de todos los beneficios que puede aportarnos la kombucha, también hay que tener en cuenta algunos riesgos y precauciones al consumirla, sobre todo si se trata de una bebida casera o artesanal.

• Contaminación: si el proceso de fermentación no se realiza en condiciones higiénicas adecuadas, podría contaminarse con microorganismos nocivos que pueden causar intoxicaciones, infecciones o reacciones alérgicas. Por eso, es importante seguir las instrucciones de elaboración y conservación de la bebida, y evitar consumirla si tiene un aspecto, un olor o un sabor extraño.

• Intoxicación: si el proceso de fermentación se prolonga demasiado o se utiliza demasiado azúcar, podría contener una cantidad excesiva de alcohol o de ácido acético, lo que puede provocar intoxicación, mareos, náuseas, vómitos o dolor de cabeza. Por eso, es importante controlar el tiempo y la cantidad de azúcar que se utiliza para fermentar la bebida, y evitar consumirla si tiene un sabor muy fuerte o alcohólico.

• Interacción: si se consume kombucha junto con medicamentos o suplementos, puede haber una interacción que altere su efecto o cause efectos secundarios. Por eso, es importante consultar con el médico antes de consumir kombucha si se está tomando algún tratamiento farmacológico o natural.

• Contraindicación: si se padece alguna enfermedad crónica o se tiene alguna condición especial, puede haber una contraindicación para consumir kombucha. Por ejemplo, las personas con problemas renales, hepáticos, gástricos o intestinales y las personas con problemas inmunológicos, como el VIH o el cáncer, deben consultar con su médico antes de consumir. Asimismo, las mujeres embarazadas o lactantes deberían abstenerse de consumir, ya que puede afectar al desarrollo del feto o del bebé.

Estas son algunas de marcas que te recomendamos:

[MÜN KOMBUCHA] [KOMVIDA] [GRANOVITA]

Recomendaciones finales

Como hemos visto, la kombucha es una bebida que puede aportarnos muchos beneficios para nuestra salud, siempre y cuando se consuma con moderación y precaución. Lo ideal es consumir entre 100 y 200 ml al día, preferiblemente en ayunas o entre comidas. También es recomendable elegir una kombucha de calidad, elaborada con ingredientes naturales y orgánicos, y sin aditivos ni conservantes artificiales. No debemos olvidar que no es un producto milagroso ni un sustituto de una alimentación equilibrada y variada. Por eso, debemos consumirla con responsabilidad y sentido común.